3 de abril 2024 (El Tlacuilo).- Cerraba apenas la contienda electoral de aquel domingo 1 de julio del 2018, cuando Miguel chiquito lanzaba el primer Twitter declarándose ganador de la contienda "Ha sido una jornada electoral histórica en Veracruz. En la encuesta de salida hemos ganado la gubernatura de manera contundente", posteaba.

Más adelante, sin que existieran aún tendencias oficiales del voto convocó a conferencia de prensa a donde llevó a su esposa de testigo de honor para destacar que no mentía.

En una actuación digna de un premio TV Novelas, el hijo del papá se declaró ganador nuevamente, en esta ocasión viendo a la cara (¿o viéndoles la cara?) a los reporteros y _vía video_ a los votantes veracruzanos.
Dijo con todo el cinismo que los caracteriza que con una diferencia del 4.4 por ciento había obtenido la victoria dejando en segundo lugar al candidato de Morena, Cuitláhuac García Jiménez, a quién había aventajado por 200 mil votos. Los números eran ciertos, pero eran al revés, Chiquiyunes había perdido por 214 mil votos.

¿Para qué entonces la farsa si su derrota era tan evidente? Seguramente se estaba cocinando desde Palacio de Gobierno un fraude electoral que no se concretó gracias a las inmediatas acciones del candidato ganador para cuidar el triunfo, en el que intervino una impresionante estructura de Morena que pensaban los Yunes que no existía; pero que cuidaron absolutamente todas las casillas y recabaron el 100% de las actas, frenando así cualquier intentona de fraude o de judicialización.

¡Entonces se derrumbó el Mastín, la derrota de su cachorro era inminente, y además le habían atado las manos, aquellos a quienes había menospreciado!

Cuitláhuac García declaraba: "Ganamos Veracruz. Lo digo con toda responsabilidad. Ganó Morena la gubernatura de Veracruz con la coalición 'Juntos Haremos Historia… triunfaron los ciudadanos”, y él sí decía la verdad.

¡Este capítulo de lo que ya es historia, nos orienta para recordar el nivel de mentiras que son capaces de manejar los Yunes, como estrategias que si bien antes desconcertaba, ahora solamente dan risa.

Su mentira actual, equivalente a la de aquel domingo 1 de julio del 2018, es que están declarando ganador a Pepeyu, con encuestadoras a modo; es una mentira tan evidente que ya cae en lo grotesco y da pena ajena; más aun viendo caer a Yunes Zorrilla _otrora un político serio_ en las estrategias de la mentira evidente, del insulto llano y de la pelea de callejón, herramientas que el Clan del Estero ha usado siempre… ¡Pobre Pepeyu, pobre de su papá! Así acaban los artistas.

Pero bueno, eso solamente es mi humilde opinión.