| LA LEY MORDAZA EN VERACRUZ |
| LA LEY MORDAZA EN VERACRUZ |
| 2018-10-01 |
| VENENOTAS Por El Tlacuilo LA LEY MORDAZA EN VERACRUZ EL PAPÁ Y LAS MAMÁS De la señora María Elisa Manterola Sainz no nos extraña, pues como presidenta de la Mesa Directiva del Congreso de Veracruz no ha hecho más que llevar a cabo un entreguismo bochornoso a un Gobierno estatal represor y absolutista. Tampoco nos sorprende de María Josefina Gamboa Torales, quién es la lisonjera oficial del régimen fallido del minigobierno y que pasará a la historia como la presidenta de la Comisión de Atención y Protección de Periodistas que siempre estuvo en contra de la prensa. Que decir de July Gonzales Sheridan, alfil de su Chente Benítez y candidata financiada por el neopanismo para intentar taparle el paso a Cuitlahuac García hacía la Gubernatura, lo intentó a base de insultos dictados que interpretó de manera histriónica. Tampoco nos desconcierta que Eva Felícitas Cadena Sandoval haya participado, pues ha sido billeteada y utilizada por el neopanismo para morder la mano que le dio de comer, es claro que si no fue leal al partido y al político que la hicieron, menos podría serlo con la libre expresión. Pero de quien sí desconcierta es de José Kirsch Sánchez, que anda queriendo quedar bien con dios y con el diablo. Por un lado pregona a los cuatro vientos que ya está incluido dentro del esquema del próximo Gobierno estatal, y que tiene un cargo amarrado en la Secretaría de Salud. Mientras que con sus acciones apoya la voluntad del Gobierno en turno, firmando la “ley mordaza”, de la que presentó la iniciativa el pasado marzo y que ahora parió con cuarenta votos panistas y perredistas a favor. La ley cierra con broche de oro un minigobierno y una minilegislatura que se erigieron como enemigos de la libertad de expresión; y que si antes ejercieron control con simulaciones y escondiendo la mano, la nueva ley “contra el acoso cibernético” les dará (al actual Gobierno represor y a cualquier otro a quien se le hinchen los huesos) los elementos para castigar al periodista de manera frontal y abierta. Extendiendo el paréntesis antes de abordar la “ley mordaza”; debemos apuntar que Kirsch se la jugó llevando hasta su inclusión en el Codigo Penal una ley que claramente le fue dictada desde Enríquez, y que es opuesta a las políticas que ha marcado el nuevo Gobierno en las voces tanto del Gobernador electo, como de quién sería el Secretario de Gobierno, quienes se han pronunciado porque el próximo sexenio sea una época de apertura y de respeto a la libre expresión en la que el Gobierno no estará peleado con sus gobernados. Pero ni modo, el hecho de que el diputado Kirsch tenga una delgadez casi al borde de la anorexia, no quiere decir que no coma a sus horas, y que no tenga que hacer este tipo de chambas para llevar un plato a su mesa. LEY MORDAZA La citada ley de “acoso cibernético”, que fue aprobada el pasado jueves veintisiete de septiembre con cuarenta votos a favor, cero votos en contra y cero abstenciones, señala que se hace acreedor a ir a la cárcel por un periodo de seis meses a dos años “la persona que utilice cualquier medio de comunicación digital para difundir información lasciva o dolosa de otra persona, revelando, cediendo o transmitiendo una o más imágenes, grabaciones audiovisuales o textos que dañen su reputación o su autoestima y le causen con ello afectación psicológica, familiar, laboral o en su entorno cotidiano”. A primera vista parecería algo positivo, pero si se analiza a profundidad es claro que deja en la indefensión a cualquiera que se exprese a través de medios digitales, en donde entendemos que están incluidas páginas Web, WhatsApp, Faceboock, Twitter, Instagram y hasta los mensajes de texto; claro que la afirmación parece y es exagerada, pero así de ambiguo es el término. Así como también ambiguos son las cláusulas con las que juzgarán las leyes los casos, pues cada uno estará sujeto a la interpretación y a la corrupción de la autoridad que los juzguen. El abanico de posibilidades que tienen los calificativos de “lesivo, dolosa y material que dañe su reputación o autoestima hasta el punto de causarle una afectación psicológica” es tan indefinido que, insistimos, suena más a trampa verbal en contra de la libre expresión que a un deseo real de evitar el acoso cibernético. La ley dista mucho de haber sido “inventada” para proteger al ciudadano de a pie, es claro que pretende proteger a los servidores públicos, quienes por cierto cada día tienen la piel más delgada y sensible. Es decir, de ahora en adelante hasta publicar en la Red una burla contra Duarte será delito. ES ASUNTO SERIO No estamos de acuerdo con el nombre que generalizó la gente y muchos medios de “ley antimeme”, ese calificativo la hace trivial; esto va más allá, es una ley mordaza que atenta contra todos los géneros periodísticos, empezando por la caricatura, que precisamente su esencia es la mofa de los personajes públicos. Desde ahora un caricaturista con un lápiz en la mano será más fácil de perseguir que un narcotraficante empuñando una AK-47. La ley que le dictaron a Kirsch y a sus secuaces deja en indefensión a los periodistas veracruzanos. Expreso mi repudio como caricaturista al Artículo 196 bis, añadido al Código Penal de Veracruz; y mi total solidaridad con fotógrafos, columnistas, Twiteros, influencer y demás comunicadores a los que intenten medir como delincuentes en base a esa ley. Es obvio que intentan espantarnos con el petate del muerto pero que no lo van a lograr. Y pues… ¡A ver de a como nos toca, señores autoridad! |
